domingo, 22 de enero de 2012

poema

52.- Reflexión a la Oposición.

Esta se presenta desde la familia, aulas, reuniones, acuerdos, jueces, magistrados pero sobre todo en política que la mayoría no sabe hacer bien del todo. Esta vez no hablaremos de la oposición del hijo a ser doctor, abogado o lo que el padre quiera. Hablaremos de política y tratare de dar mi punto de vista más objetivo sobre el particular sin oponerme a los criterios de los demás que por ahora no conozco.

Ser de la oposición, estar en la oposición, ser opuesto y hacer lo mismo que el otro pero de otra forma es estar en la izquierda o la oposición cuando no se es gobierno. Resulta muy incómodo gobernar con una oposición numerosa y que siempre será torpe aunque no lo sea para el de la derecha que gobierne o viceversa. Ahora se dice que la pequeña oposición es la más inteligente y dañina pues siempre encuentra las fallas de cualquier política pública que dizque va a beneficiar a las mayorías. La carne de cañón siempre es el pueblo y sobre todo los que menos tienen o sea los pobres. Esos que son usados solo en época electoral y luego se olvidan con mucha facilidad.

El que gobierna debe ser el inteligente, el que propone una mala o buena idea. Sea cual sea esta siempre tendrá oposición. Si no está a la vista es que algo se esconde y no se atreven a decirlo. Esto es creíble sobre en un país como el nuestro que ha sido traicionado por todos los costados. Exigir una oposición responsable es una obligación cívica y ser una oposición inteligente es un deber de alto civismo.

Todos en algún momento de la vida democrática de un país será oposición. Lo malo es que se olvide la osadía de esta cuando se sienta en el poder y lo ejerce de una manera irresponsable y estúpida demostrando que no es útil al país desde esa tribuna que tanto cuestiono. La docilidad de aceptar las reglas del juego perverso de la política con su sistema anacrónico, abusivo, caduco y rebasado ve que no le conviene en lo personal y deja pasar y hacer como todos los demás que ya fueron gobierno. Así se da tiempo de servirse del poder en lugar de servir con el poder a los demás. La peor oposición es la hipócrita, mentirosa, demagoga, sin programa con principios torcidos que solo benefician a unos cuantos pues ni siquiera piensan en su militancia ni en la lealtad que ellos profesan. Su camino político es tenebroso y duro poco pues de inmediato castigada con el voto en la siguiente elección.

En cambio la oposición responsable es la que más tarda en llegar al poder. Es la poco a poco y con paciencia va creciendo en las conciencias de la población, la que convence con hechos pequeños de largo alcance a los votantes, es la que con honestidad y cambios justos hacen la vida más sencilla. Esto mal llamados redentores sociales por los derechistas descalifican todas las acciones con visiones populistas que ellos no abarcan por miopía natural de preparación y justicia. Tarde o temprano la oposición justa y responsable llega al poder y lo ejerce con justa dimensión y su duración perdura hasta que el poder por el poder mismo se la va subiendo como fórmula natural del ser humano.

Hay que dar oxígeno de cambio a todo lo establecido como una forma de evolucionar, progresar, ser mejores y actuar bien con los demás. No permitamos la perduración del poder en manos sin experiencias, habilidades ni oficios para gobernar. Tampoco permitamos la vuelta al pasado por los sucesos vividos.

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